De dedicada nota y sonado ritmo; ¡bah! no deja de ser música independientemente cual me guste. Hace unos años disfrutaba la musica de niños, de ahi pase a las rolononas que nunca moriran: emmanuel, jose jose, los fredys y ocupaban un espacio estelar en mi desajustado universo adolescente que magnetizando pensamientos no dejaba de esperar por un amor de chica adolescente como yo, si llego, claro a su tiempo y forma (digase flaquita o gordita) y era emocionante preparar el festin de caricias y besos de prematuro amor puberto.
Pasé por la etapa del desenfreno juvenil, de rebeldia cimentada en la busqueda interior de una enzima catalizadora de esfuerzos por entender el mundo, mi mundo y de nadie mas; no lo hallé y encontré consuelo en la música de cantina: vicente, jose alfredo jimenez y "su vida valiendo nada", me alcanzó la musica de los invasores de nuevo leon, cornelio reyna y todo la linea de musica que escuchaban los "borrachitos" en las improvisadas cantinas del barrio cerca del matadero de cerdos, la inigualable paz que brindaba gerardo reyes en un compas sideral que arrancaba nuestros corazones embrutecidos por el alcohol o mezcal dependiendo el presupuesto de esas semanas de abril o mayo y de junio o diciembre, no habia mucho capital y terminaba en agua "loca" de colorante artificial y mezcal de 12 pesos el litro...y ahi estaba yo de tantos años recordando un pasado y viviendo un presente injustamente preciso pero emocionante a la vez.
Hoy, recuerdos de noches de trabajo acompañados de esa misma musica que me permite soñar y vivir tormentos de dia o noche, dias extenuantes de borrachera interminable, a punto de perder carrera y todo por una botella de mezcal de 12 pesos pero todo era felicidad. Hoy, repito, la musica sigue escuchandose y sonando en mi mente, en mi corazon grita todavia esa exclamacion de tranquilidad. Hoy, esta Bob Marley, la musica electronica, la musica cristiana y Mozart o Bethoven junto a los valses Strauss, pero en mi cara se denota la madurez de una vida plena habiendo conseguido todo pero sin conservar nada; como los autores de tantas canciones que consiguieron todo pero al morir se llevaron nada, algunos siguen vivos pero el tiempo ya los reclama.
De ahi, pienso en las deslocadas formas que puede tomar nuestro destino, ya no pierdo tiempo en discusiones vanas, no me estresa la inmediate manera de vivir, pierdo y gano conocidos, disfruto una nieve con mi hijo y duermo una noche con mi esposa recordando todo y regresando nada a un pasado que dejo que yo probara de las mieles de un encanto que fue extinto pero gracias a su irreprocable servicio a mi comunicado tipo de vivir....a juan aguayo, a jesus manuel torres el shu-shu, al mugroso de chuy y al inexplicable peña el taliban, los traigo en mi corazon y los dejo ir de vez en cuando. Con musica que me hace reir a carcajadas cuando voy manejando hacia el trabajo, mi trabajo, el trabajo...
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