martes, 8 de junio de 2010

Un hilo...¿pendiente de ahi?

¡vienes que te carga la gaver, verdad perro! -dice el jefe de servicio de la ambulancia 140 de la Cruz Roja mientras acudíamos a un servicio de traslado por unos soldados que fueron sorprendidos por el impacto de una granada que sicarios arrojaron durante una patrulla de inspección.
Necesitaba la sensacion de propiedad que me dio en su momento la ambulancia 132 o 131 para ese tipo de servicios; rápida, confiable y sobretodo mas bajita que el enorme motor que rugía en ese momento. Necesitaba recordar los años de servicio cargados en mis hombros para este tipo de situaciones, necesitaba decirme a mi mismo que todo saldría bien. No hay pesar mas grande que traer consigo la suerte de otros mas al volante y la forma de manejar.
El camino sinuoso, desquebrajado, SOLO...quería decirle a mi mujer y a mi nene que los amaba, les dije al jefe de servicio y a la abastecedora que hablaran a sus familiares porque ese terreno es tierra de nadie, en absoluto.
Nuestro jefe de servicio mencionaba, sin pedirlo, que no nos preocuparamos, que no había nada que temer, que los balazos no nos darían (si hubiera) porque el tenia entrenamiento en enfrentamientos de esa naturaleza. Todo parecía facil pero en mi mente existían las imagenes y las noticias de Sinaloa, Tamaulipas, Sonora, Cd Juarez donde los sicarios llegan a rematar raza a diestra y siniestra...pero pues ya estaba allá.
Afortunadamente, había soldados en guardia, todo estaba listo. Subimos al herido y regresamos a Tecoman sin problema, los 120 km/hr fueron suficientes. La vida tiene situaciones extrañas, esa noche lo fue mas.

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