jueves, 6 de enero de 2011

Mujer, Dama

En uno de los libros que lei, hace varios inviernos…uno de los poemas que a mi muy literaria gabrielmarquezina forma de pensar me gusto:

No te podras ir nunca;
No te dejare.
Seras mia para siempre,
Seras mi novia eternamente.
Porque no vive el árbol por lo que tiene de florido
Sino de lo que tiene sepultado

Algo parecido a eso. Creo que es de Pablo Neruda. El punto es que estas letras bien dirigidas hacen de una plática con una mujer (bueno algunas mujeres debo decir), la forma más prolífica y misteriosa manera de hacerlas sentir únicas. En un 35 % el impacto es tal que si la fémina no ha leído este poema, siente y cree en las palabras del Don Juan en turno y el tipo gozara de inmunidad por algún tiempo hasta que lo echa toda a perder.

Pero hay cierto grupo de féminas que no son tan creídas como aparentan, no son para nada “mujeres para siempre” y hacen creer que pertenecen por algún tiempo al Don Juan en cuestión y siguen dándole vuelo a la hilacha. Preguntárosle a Alex, el hijo de don Felipe el dueño de Jugos y Bebidas Mexicanas; el tipo sufre de dolor continuo, de depresión alcohólica, de martirio y sufrimiento ajeno y que no lo dejara nunca. Vivió con una mujer que sabe lo hace (y lo hace bien dicen los teléfonos descompuestos); la chica anduvo con otros hombres mientras era la mujer de Alex y ahora ya no están juntos; el pobre tipo vive enamorado y sufre. Llora mientras la mujer es feliz, de fiesta en fiesta, de hombre a hombre y pasa casi siempre de cama en cama.

La mujer lo atormenta casi diario hablándole por telefono mientras le llega el arrepentimiento infimo de 3 segundos y lo deja colgado. El tipo cree que lo quiere volver a ver y maneja apresurado a la casa donde vive la dama pero ésta no está ahi.

Las palabras, pues, no surten efecto en este tipo de mujeres, de las cuales seria mejor vivir un poquito separado y si llegan a topar con ellas, evitar caer en las redes del dragon vestido de mujer.

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