-No –le dije, mirándola a los ojos. –No me conoces como dices –refuto. –mira dejémonos de mamadas y vamos a darnos cariño –contesto, despreocupada. Mi espíritu peleaba a cada segundo para descifrarla. No pude y sucumbí por enésima vez al encanto femenino de una boca que ni es prohibida ni es para mí. Eufemismo barato de relaciones que se alejan bailando.
Y escribi en mi diario, temprano al segundo siguiente y no le pude mentir; de reojo veía mi semblante envejecido en milisegundos. Distante, aquel brillo que solia aparecer en mis ojos al verla y hervía de locura al besarla. Y me la paso imaginando a cada minuto como seria el siguiente encuentro aunque de antemano se que no pasara nada de lo que tenga en mente pues se pasan los segundos de a poco y sin tomarlo mucho aprecio. Simplemente, pasa y ya.
Este guion escrito, es una muestra de mi enorma capacidad histrionica y que tengo sueños de grandeza, que escribire una pelicula y que ganare un buen billete. Despues escribire un libro para que las ventas se vayan al cielo y pueda vivir como riquillo en una casota. No me considero leve sino de una gran fuerza molecular literaria esperando hacer temblar las piernas de mis lectores.
Creo que este año si terminare mi novela. Nada mas me faltan como 100 hojas.
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