viernes, 23 de octubre de 2009

¿quien puede llorar o sufrir?

Le preguntaba al viento, al tiempo, a mis latidos, mis respiraciones que cuando sería el regreso a otra dimensión, cuando tendría la edad suficiente, el tiempo para correr como mi madre me lo prohibía a mis 12 años. Que tendría que pasar para poder asimilar que a mis 28 ya nada es igual por miles de cosas que nos suceden a los adultos: tener un hijo, no tener amigos de verdad, cuidar a los papás que ya están viejos, uno a uno de nosotros vamos muriendo y no tienes a quien recurrir. Volteas la cara y no hay un hombro o un regazo para dejarte caer, ya no sale nuestro papá fuerte que te levanta hacia el cielo para que lo toques. Uno a uno de tus conocidos pierde la vida, no hay llamadas, no hay mas lluvia o charco de agua para revolcarte hasta ganar el regaño de nuestra madre que ya esta vieja para dar gritos o darte una soba con el cinto.
Si te va bien, sigues en contacto con los primos y si no eres el centro de la discordia, del chisme, de la mala vibra. Pero ya tienes edad para aguantar los golpes y la depresión solo es para las mujeres o los débiles…nosotros los hombres formados para ser hombres no se nos permite el llorar ni el lamento. Debemos vivir con fortaleza, con entereza, con frialdad para que alrededor nuestro no haya mas sufrimiento. Con gallardía tomar el reto, el trabajo forzado, las horas extras, el día festivo, las navidades, los años nuevos que solo pasan y se van; todo para que nuestra descendencia siga adelante.
No es que se quite el taco de la boca, no es que nos sentimos más, no es que seamos el sexo fuerte, no es que tengamos que aceptar el hecho de que somos hombres sino que por naturaleza se nos hizo de esa manera. La mujer quiere ser como el hombre cuando físicamente es IMPOSIBLE; me dirán que soy machista y les contestare que soy muy macho para no llorar, para no pedir clemencia, para no demostrar dolor alguno enfrente de todos y caminar como plomo ardiente. Una mujer por ser mujer se le permite llorar, pedir ayuda, sufrir, deprimirse, ir al psiquiatra, vestirse como le sienta la moda, abrazar a cada momento.
Hoy a muerto un tio...nos toca a los hombres hacer de todo para que no haya problemas en la funeraria, en el cementerio, en el mismo velorio; las mujeres que lloren su dolor.

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