DEL HABLA Y COSAS PEORES

Que caray...mal plan es esta la vida adulta que sigue engañándonos con ser pubertos; con ser niños en cuerpo de grandes o personas adultas con cerebros de Macacos o con cerebros de gallinas copetonas. A pesar de crecer con el tiempo, con las personas, con la vida existen situaciones que nos permiten experimentar el grado de madurez que tenemos, desafortunadamente hay personas que no saben manejar estos ataques porque las neuronas no tienen procesos (humanoides que nos separan de ser animales)como emisión y recepción, partes mitocondriales necesarias para la respiración o análisis del habla.

Lo problemático del asunto radica en que estas personas hidrocéfalicas insisten en contaminarnos con su pendejez innata con chismes, arguendes, líos de lavaderos y tramas telenoveleras...me dijo que dijiste que dices que yo digo -llega y me dijeron que tu habías dicho que ando diciendo- de hueva generalizada porque la cosa no termina ahí, van con tus hermanos, tíos, sobrinas, el poli de la caseta, la doña de los tamales, don beto el de la tienda y el señor que vende pescado fresco.

Es todo un suceso interminable de pedorratas dignas de un ser televisesco con tines teveaztecaleros, y bueno, como yo soy un ser extra-terreste comprendo a esos inmundos Tegacipoluperos y malacopas.

Les falta mucho a estas personas comprender que los chismes, arguendes y pedorratas deben tomarse con agua mineralizada, sin limón o sin chile (ese se lo pueden meter en la cola) para que no les haga digestión y se les limpie el cuerpo de esas mamadas sentimentaloides y de paso dejar de chingar a Nosotros los Pobres. Considerar una segunda opción resulta, en muchos de estos casos de la vida real, la mejor opción; pero...

¡CHINGUEN A SU MADRE PRIMERO!